Razones que me llevaron a buscar un Audífono
Pasó bastante tiempo hasta que decidí que no podía seguir así, sin escuchar nada por el oído izquierdo. Todo se estaba complicando:
-Si alguien se acercaba hablándome por el lado izquierdo no era capaz de escucharlo
-Si aparecía una bicicleta por detrás, no escuchaba que me estaba pidiendo paso y la cosa terminaba regular
-Me daban empujones porque no escuchaba que me estaban pidiendo paso
Recuerdo una situación que me dejó bastante marcada. Estaba en un Centro Comercial con mi hermana y en un momento dado nos separamos. De repente, comencé a escuchar mi nombre. Me estaba llamando y comencé a buscarla, pero no era capaz de averiguar de dónde provenía su voz (al perder la audición de un oído, se pierde la capacidad de localizar los sonidos).
Empecé a dar vueltas sobre mí misma y no la encontraba. En ese momento, todas las miradas se centraban en mi ( no estaba precisamente vacío el Centro Comercial). Pensé, ¡tierra trágame!. Así que me fui de allí como si no fuese conmigo la cosa, pero la pobre de mi hermana me seguía llamando. Al final, se acercó una señora y me dijo allí arriba. ¿Cómo me iba a imaginar que estaba en la segunda planta? Mi cerebro no pensó que el sonido viniese desde arriba.
Cuando nos reunimos, mi hermana estaba muy sofocada por lo sucedido.
Ahí entendí que necesitaba alguna prótesis que me aliviase de estas situaciones. Estaba cansada de la sensación de que no podía manejarme y que la gente no tuviese conciencia de que podía tener un problema. La sordera o los problemas de audición se asocian por inercia a las personas mayores y yo con 40 años las tenía de perder.
Así que comencé la búsqueda de mi audífono, aunque había otorrinos que me decían que no me serviría de nada una prótesis , tenía que intentarlo para ver si podía mejorar mi calidad de vida.
Gracias por leer, ¡espero vuestro comentarios!
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