Cabezota Indomable

  Estas son las preguntas que en ese momento me realizaron: ¿Le cuesta concentrarse por culpa del ruido o zumbido del oído? ¿Le cuesta escuchar a los demás debido a que el zumbido es muy fuerte? ¿Le pone de mal genio el zumbido del oído? ¿Se siente confundido por culpa del zumbido del oído? ¿Se desespera con el ruido o zumbido del oído? ¿Se queja mucho por tener el zumbido del oído? ¿Le cuesta quedarse dormido en la noche por culpa del zumbido del oído?  ¿Cree que el problema de su zumbido es algo sin solución? ¿El zumbido del oído es un problema que le impide disfrutar de la vida como por ejemplo salir a comer con amigos o ir al cine?  ¿Se siente desilusionado por culpa del zumbido del oído?  ¿Cree que tiene una enfermedad incurable? ¿El zumbido de oído le impide pasarlo bien? ¿Le estorba el zumbido de oído en su trabajo o en las labores de la casa?  ¿Se siente a menudo de mal genio por culpa del zumbido del oído?  ¿Le cuesta comprender lo que lee por culp...

  Si algo he aprendido en mi camino con los acúfenos es que no todos son iguales, algunos constantes en el tiempo y otros, como el mío, variable. Quiero hablarte de lo que significa vivir con un  acúfeno variable , porque sé que no soy la única persona que lo experimenta, y quiero que, si estás leyendo esto, sepas que no estás solo/a en esta montaña rusa sonora. Muchas veces se habla del acúfeno como un zumbido "fijo", un compañero que está ahí, siempre igual, día tras día. Pero mi realidad es distinta. Para mí, este ruido tiene su propia vida: algunos días está con su tonalidad alta pero convivimos, y otros, es un grito que domina mi cabeza. La variabilidad del acúfeno tiene un impacto no solo en los oídos, sino también en mis emociones. A veces, el simple hecho de no saber qué intensidad tendrá el ruido en cada momento del día me genera una ansiedad que no suelo mostrar. Intento que nadie se preocupe pero, a veces, ese peso es demasiado para mi. Me frusta el hecho de que no...